Contenido
- ¿Qué es el cancelamiento?
- Ejemplos de cancelamiento
- Historia del cancelamiento
- Estrategias de marcas para evitar el cancelamiento
¿Qué es el cancelamiento?
El cancelamiento, o cultura de la cancelación, es un llamado colectivo al boicot de una persona o marca específica por violar normas éticas o morales. Esta práctica puede ser provocada por diversos factores, como delitos, comentarios controvertidos o comportamientos agresivos. Como resultado, las personalidades y marcas populares se convierten en parias: sus eventos son cancelados, las colaboraciones son rompidas y los productos dejan de ser vendidos y comprados.
Ejemplos de cancelamiento
El cancelamiento se aplica especialmente de manera activa en el contexto del racismo. Por ejemplo, en 2018, la marca H&M se vio envuelta en un escándalo cuando eligió a un niño de piel oscura para promocionar su sudadera infantil con la inscripción "el mono más genial de la jungla". Esto provocó protestas masivas en Sudáfrica y llevó a la ruptura del contrato con el cantante The Weeknd, quien condenó esta elección. Incidentes similares subrayan cuán rápido puede ocurrir la condena pública y el posterior boicot.
Historia del cancelamiento
Es interesante notar que la cultura de la cancelación tiene raíces históricas profundas. En la sociedad de la antigua Grecia se utilizaba el ostracismo, una práctica que permitía exiliar a los infractores por un período de hasta diez años a través de votación popular. Inicialmente, el ostracismo estaba destinado a proteger a la sociedad de la tiranía y la corrupción, sin embargo, con el tiempo también se utilizó para castigar violaciones de normas sociales, como el adulterio o el incesto.
Estrategias de marcas para evitar el cancelamiento
Para evitar ser objeto de cancelamiento, se recomienda encarecidamente a las marcas que consideren los sentimientos y opiniones del público. Esto incluye:
- Iniciar proyectos ecológicos y benéficos.
- Lanzar productos bajo la marca "eco".
- Participar en iniciativas sociales que se alineen con los valores del público objetivo.
Según un estudio de Ogilvy, el 63% de los representantes de la generación Z prefieren marcas con un significado social y una postura activa. Esto subraya la importancia para las empresas de mantenerse al día con las tendencias actuales y las expectativas de la sociedad.
