Contenido
- ¿Qué es la delegación?
- ¿Para qué delegar responsabilidades?
- Tipos de responsabilidades delegables
- Principales errores al delegar
- ¿Cómo delegar tareas correctamente?
¿Qué es la delegación?
La delegación es el proceso de transferir ciertas tareas o funciones de un líder a otros empleados. Esta necesidad surge cuando el volumen de responsabilidades del gerente crece junto con el desarrollo del negocio o de los proyectos. El principio básico de la delegación es liberar gradualmente al gerente de tareas que son realizadas por otros. Esto permite al gerente concentrarse en aspectos clave de su trabajo, como el desarrollo del negocio, la planificación estratégica y la organización del trabajo en equipo.
Consideremos un ejemplo: un freelance copywriter que recibe muchos pedidos puede encontrarse en una situación en la que le resulta difícil manejar la carga de trabajo solo. En tal caso, puede decidir registrar una sociedad de responsabilidad limitada (SRL) y contratar empleados para realizar tareas más simples. Al delegar parte del trabajo, el copywriter se abre a nuevas oportunidades: puede aceptar pedidos más complejos e interesantes, desarrollar su negocio y mejorar sus habilidades de gestión, lo que, a su vez, conduce a una expansión de sus posibilidades financieras.
¿Para qué delegar responsabilidades?
La efectividad de un gerente se determina en gran medida por su capacidad para delegar responsabilidades. Los líderes a menudo tienen demasiadas tareas, y si intentan hacer todo ellos mismos, corren el riesgo de agotarse y no completar ni la mitad. Además, una alta dependencia de los procesos de una sola persona puede ser arriesgada para el negocio. En caso de enfermedad o despido del gerente, esto afectará negativamente el trabajo de todo el equipo.
Una delegación adecuada beneficia a todos los participantes del proceso:
- El líder tiene más tiempo para resolver tareas estratégicas.
- Los miembros del equipo asumen responsabilidades y se desarrollan profesionalmente.
- El nivel de confianza en los subordinados aumenta, lo que favorece la sinergia en el equipo.
Tipos de responsabilidades delegables
En la gestión se distinguen dos tipos principales de responsabilidades delegables: lineales y de staff.
Responsabilidades lineales
Las responsabilidades lineales se transmiten a través de la jerarquía desde la alta dirección a los gerentes de nivel inferior y luego a los ejecutores. Este tipo de delegación es característico de organizaciones con una estructura de gestión clara. Por ejemplo, el director general puede asignar tareas a los gerentes de sucursales, quienes, a su vez, designan responsables entre los líderes de las divisiones internas. Es importante adherirse a los principios de unidad de mando y gobernanza para evitar confusiones.
Responsabilidades de staff
A diferencia de las lineales, las responsabilidades de staff no dependen de la cadena de mando. Los gerentes y empleados de diferentes departamentos pueden compartir responsabilidades, asesorarse mutuamente y participar en proyectos conjuntos. Existen varios tipos de responsabilidades de staff, incluidas las coordinadoras, las recomendativas y las de control.
Principales errores al delegar
Al delegar tareas, los gerentes pueden cometer una serie de errores comunes:
- Ignorar el principio de unidad de mando, lo que puede llevar a conflictos.
- Falta de planificación previa de la delegación, lo que dificulta la distribución de tareas.
- Transferir funciones gerenciales que deben permanecer bajo la responsabilidad del líder.
- Escasez de instrucciones y plazos claros para la ejecución de las tareas.
¿Cómo delegar tareas correctamente?
La delegación adecuada requiere un algoritmo claro:
- ¿Qué delegar? Identifique las tareas que se pueden transferir.
- ¿A quién? Seleccione al empleado adecuado, considerando sus competencias y carga de trabajo.
- ¿Cuándo? Establezca plazos claros para la ejecución de la tarea.
- ¿Cómo? Prepare instrucciones y recomendaciones para el ejecutor.
- ¿Con qué resultado? Determine los objetivos y los resultados esperados de la delegación.
La delegación es una habilidad que requiere atención y práctica. Si se hace correctamente, llevará a liberar tiempo para tareas gerenciales y ayudará a los empleados a desarrollar nuevas habilidades y crecer profesionalmente.
